TRES RAZONES POR LAS QUE NUNCA VOY A APOYAR UN PARO MÉDICO
Porqué nunca voy a apoyar un paro médico:
1. Los objetivos: Si no hay objetivos claros y concisos, es simplemente hacer las cosas porque sí. Después que se logre visibilizar el problema, salen a pedir desde la renuncia de Santos o cárcel para Uribe hasta cosas como que se acabe el sistema de aseguramiento. Si yo salgo a marchar o hago paro, debe beneficiarme en algo y ser una meta posible y tangible.
2. Los medios: Si el objetivo de una marcha es salir en un periódico o noticiero, tiene su fracaso en el orígen. Estamos pensando con los pies.
Supongamos que salen 100 médicos a marchar. Todos por dos horas (por poner poquito), y si hacemos el cálculo de esas horas. 100*2*23.000 = 4.600.000 lo que es casi el valor de una cuña de 10min en horario estelar. Estamos desperdiciando tiempo y dinero. Y al final si es que la prensa nos pone cuidado, van y tergiversan los hechos.
3. Organización: Un paro lo suficientemente organizado y masivo como para sentar el gobierno a negociar, requiere de objetivos comunes y de un equipo negociador decente y muy inteligente. El gobierno está acostumbrado a negociar, a prometer, a no cumplir. Así que si luego de lograr algo, los líderes los escogen de los mismos revoltosos de siempre, de los sindicatos obsoletos o cada quien se autoelige. Estamos en las mismas. Pues cuando lleguen las luces de las cámaras y las fotos se van a perder los objetivos. Luego de un fracaso o una negociación parcial, volver a sacar a los médicos a las calles es imposible.
Estoy de acuerdo con el cambio, pero hacerlo desde un punto más inteligente que hacer lo mismo que han hecho los sindicatos por años. Como decía Albert Einstein: "Pretender hacer lo mismo y esperar resultados diferentes".
Tal vez no sea la forma ortodoxa, pero por redes sociales se genera inconformidad, se comparten ideas. Despertar de un letargo de 26 años no es fácil y no es instantáneo. Conservemos este grupo y ojalá que el 2017 sea de mejor armonía.
1. Los objetivos: Si no hay objetivos claros y concisos, es simplemente hacer las cosas porque sí. Después que se logre visibilizar el problema, salen a pedir desde la renuncia de Santos o cárcel para Uribe hasta cosas como que se acabe el sistema de aseguramiento. Si yo salgo a marchar o hago paro, debe beneficiarme en algo y ser una meta posible y tangible.
2. Los medios: Si el objetivo de una marcha es salir en un periódico o noticiero, tiene su fracaso en el orígen. Estamos pensando con los pies.
Supongamos que salen 100 médicos a marchar. Todos por dos horas (por poner poquito), y si hacemos el cálculo de esas horas. 100*2*23.000 = 4.600.000 lo que es casi el valor de una cuña de 10min en horario estelar. Estamos desperdiciando tiempo y dinero. Y al final si es que la prensa nos pone cuidado, van y tergiversan los hechos.
3. Organización: Un paro lo suficientemente organizado y masivo como para sentar el gobierno a negociar, requiere de objetivos comunes y de un equipo negociador decente y muy inteligente. El gobierno está acostumbrado a negociar, a prometer, a no cumplir. Así que si luego de lograr algo, los líderes los escogen de los mismos revoltosos de siempre, de los sindicatos obsoletos o cada quien se autoelige. Estamos en las mismas. Pues cuando lleguen las luces de las cámaras y las fotos se van a perder los objetivos. Luego de un fracaso o una negociación parcial, volver a sacar a los médicos a las calles es imposible.
Estoy de acuerdo con el cambio, pero hacerlo desde un punto más inteligente que hacer lo mismo que han hecho los sindicatos por años. Como decía Albert Einstein: "Pretender hacer lo mismo y esperar resultados diferentes".
Tal vez no sea la forma ortodoxa, pero por redes sociales se genera inconformidad, se comparten ideas. Despertar de un letargo de 26 años no es fácil y no es instantáneo. Conservemos este grupo y ojalá que el 2017 sea de mejor armonía.
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