«USAD LA CABEZA, LUEGO EL DERECHO»




«USAD LA CABEZA, LUEGO EL DERECHO»

-Las mujeres no pueden votar.
-La esclavitud es legal y se hereda.
-Los negros no pueden entrar a baños de blancos.
-Los judíos deben ser exterminados.
-Los homosexuales deben elegir entre cárcel o castración química.

Entre muchos más casos que hoy consideramos aberrantes, han existido y se han pasado de las mentes de juristas y legisladores al papel y convertidos en ley.
Entonces, el derecho evoluciona a la par de como sociedad vamos evolucionando y a cada revolución de las personas que no toman por dogma cualquier cosa escrita.

Ante cada situación que incluya una ley, propongo usar una especie método, como el de las tres barreras de Sócrates:

1. ¿Esta ley es verdadera? (No sea que le estén tratando de hacer obedecer una ley que no existe, que no es ley o que ya fue derogada.)

2. ¿Esta ley es justa y útil? (Es en realidad una ley que es acorde a los principios del derecho moderno y no interfiere con sus derechos fundamentales.)

3. ¿Esta ley es acorde a la Constitución y al derecho internacional?

Si en alguna de las preguntas hay un no como respuesta, usted debe realizar la inversión de la carga probatoria, es decir, pedir a la persona que alega usted debe cumplir determinada ley, que le demuestre que la ley está acorde a estos principios y por lo tanto usted debería obedecerla. Incluso puede pedir a un juez del circuito contencioso administrativo, que revise tal ley.

Como información adicional, dejar claro que las leyes de obligatorio cumplimiento son las emitidas por el órgano legislativo y los decretos presidenciales siempre y cuando estos estén en el marco constitucional. Esto, quiere decir que los conceptos y resoluciones emitidas por el ejecutivo, deberán ser estrictamente apegadas a el derecho constitucional y público, sin embargo estas no son de cumplimiento obligatorio.

Así las cosas, deberán usar primero la lógica, informarse y no tratar de pasar por abogados, más bien, usar los medios disponibles como el derecho de petición amparado por la tutela, para pedir rectificación o información POR ESCRITO, de cada decisión administrativa.


Éxitos, y sobre todo, "usad la cabeza".

Por Vicente Pastrana

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